Publicacions d'Amics del País

Diseño Multidisciplinar: Una profesión indispensable.

Al inicio de la crisis financiera que apunta de abasto global se evidencian aquellos perfiles profesionales que son estrictamente necesarios para facilitar la salida de la crisis compitiendo en un mundo globalizado. El desarrollo social y económico exige diseñadores que sean no sólo innovadores, creativos y que dominen los métodos asociados al diseño, sino también que sean capaces de trabajar en equipo, y leales en la asunción de la requerida iniciativa y el compromiso

Al inicio de la crisis financiera que apunta puede ser de abasto global se evidencian aquellos perfiles profesionales que son estrictamente necesarios para facilitar la salida de la crisis compitiendo en un mundo globalizado -en el cual el conocimiento fluye libremente-, donde se precisa disponer de productos y servicios de alto valor, diferenciales y que aporten, a quien los adquiere, un retorno mayor al de las expectativas que tenia en el momento de su adquisición. Productos complejos que deben evolucionar y renovarse constantemente apoyándose en las oportunidades que el progreso científico y tecnológico posibilita, y en la capacidad del diseño que, comprendiéndolos, los interioriza e incorpora a los productos.

Un progreso técnico-científico que está disponible, casi por igual, para todas las personas formadas, con acceso a las redes de intercambio de saber y aquellas empresas con talento, capacidad y voluntad de acceder a los mercados globales. La única diferencia entre organizaciones reside en la capacidad de comprender sus potencialidades y usarlo en el proceso continuo de diseño e innovación. Es en este contexto, donde el capital humano de las organizaciones se convierte en el elemento fundamental y donde surge la necesidad del diseño y, consiguientemente, de diseñadores. Diseñadores sin duda especializados, pero también diseñadores dispuestos a trabajar con conocimientos y equipos heterogéneos, preparados para actuar con un alto nivel de autonomía y compromiso, y capacitados para abordar proyectos cada vez más complejos o aplicaciones integrales de diseño en los entornos de marca y comunicación. Proyectos que requieren una eficiente gestión tanto del saber y recursos usados, como del proceso de diseño, considerando la totalidad de las disciplinas que intervienen, de tal manera qué interactuando entre ellas consiguen los mayores logros y cumplir las expectativas.

Así pues el desarrollo social y económico, y la requerida competitividad de los productos y servicios ofertados por las organizaciones, exige diseñadores que sean no sólo innovadores, creativos y que dominen los métodos asociados al diseño, sino también que sean capaces de trabajar en equipo, y leales en la asunción de la requerida iniciativa y el compromiso; personas con voluntad de ser pioneros en la exploración de nuevas ideas y oportunidades; abiertas a los nuevos métodos de interacción; constantes y metódicos en la búsqueda de la mejor idea y solución; y muy especialmente con capacidad para organizar y gestionar proyectos complejos, asumiendo la responsabilidad de la interacción y el liderazgo. Un perfil profesional que es conocido como diseñador multidisciplinar y que surge, consecuentemente, del hecho de asumir en plenitud la complejidad existente y el potencial de los avances técnicos, científicos y cambios sociológicos, aspectos que obligan a que la mejor solución busque un enfoque multidimensional que no delimite y reduzca las posibles soluciones.

Disponer de esa tipología de diseñadores exige una formación en diseño, un perfil profesional, que se aleja de la híper especialización que caracteriza “a los que saben muy bien su mínimo rincón del universo; pero ignoran de raíz todo el resto”, utilizando palabras de Ortega y Gasset. Personas en cuya formación no se pierde la unidad del saber y se posibilita la compresión del todo, abriéndose las oportunidades de la especialización en el trascurso de la carrera profesional. Unos profesionales que, al incorporarse a las empresas, permiten alcanzar la necesaria coherencia entre los requerimientos de propósito general y los específicos de todo producto, e implantar y aplicar las herramientas de gestión del diseño que aumentan la productividad al optimizar las relaciones entre el cliente y los profesionales que concretan los requisitos, aportan las ideas e implementan la solución. Diseñadores multidisciplinarios que actúan como catalizadores de la creatividad y gestores del proyecto, del equipo y del proceso de diseño, facilitando a la vez la toma de decisiones, reduciendo los costes y asegurando la coherencia entre las diversas fases del proyecto.

Un perfil de diseñador que requiere una formación estética, creativa y proyectual, con un buen nivel de gestión de las múltiples disciplinas que convergen en la tarea común que configura el proyecto multidisciplinar. Por ello su formación debe buscar el equilibrio entre 3 bloques. El primero incluye los conocimientos de las diversas disciplinas del diseño, tales como interiorismo, comunicación visual, gráfico, interactividad, Web, audiovisual y multimedia, producto, textil e indumentaria, etc.; el segundo los conocimientos asociados a los conceptos y herramientas de gestión de proyectos y del diseño en el contexto del sistema empresa en que se ejecutan; el tercero corresponde al conocimiento de los modelos de organización, dirección y gestión de equipos humanos heterogéneos en los que interactúan especialistas en diseño y de otras disciplinas. Un conjunto de conocimientos que deben aportar el nivel óptimo de formación para tomar en consideración la totalidad de los requisitos técnicos, sociales, culturales y económicos, y consecuentemente definir las características del producto desde una perspectiva visual, formal, tecnológica, de uso, constructiva, diferencial,...; garantizando el equilibrio entre todos ellos para cumplir el propósito ultimo o función.

Se puede sintetizar indicando que el diseño multidisciplinario, desarrollado por profesionales altamente creativos y con dotes de gestión y liderazgo, tiene por misión facilitar la interacción de disciplinas diversas con la finalidad de lograr la excelencia a lo largo de la vida útil de todo producto o servicio; cuidando además de alcanzar la eficiencia y eficacia en la gestión del proceso y los recursos humanos que intervienen. Una profesión clave gracias a su formación transversal, acorde con la demanda asociada a la economía del conocimiento, y a la necesaria evolución permanente de acuerdo a las exigencias sociales, a las posibilidades derivadas de los avances del saber.

Antoni Garrell i Guiu

Marzo de 2008

President del Consell Assessor del Cercle per al Coneixement

X

Subscriu-te al butlletí

Tota l'actualitat d'Amics del País al teu correu. Subscriure-m'hi ara
Aquest web utilitza cookies, pots veure la nostra política de cookies, aquí. Si continues navegant estàs acceptant-la.  
Política de cookies +