Publicacions d'Amics del Pa�s

Comprenent el canvi Clim�tic: causes i desafiaments

Antoni Garrell Guiu
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Data: 17/05/2007
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Que la humanitat es troba en un proc�s de canvi clim�tic originat per l'efecte hivernacle �s una fet fora de tot dubte, de la mateixa manera que una part important�ssima del mateix es deu al model de vida i progr�s hum�. Afrontar el mateix, i minimitzar els impactes per a les possibles generacions �s un dels desafiaments que afronta el mon en la seva globalitat, i especialment aquells pa�sos que han fet del talent el motor del progr�s, amb una aposta clara per la recerca i la innovaci�.

La humanidad de halla sumergida en un proceso de cambio clim�tico de grandes dimensiones, ya perceptible por los ciudadanos, que se esta convirtiendo en un importante problema al ser: Global (ninguna �rea del planeta se escapa del mismo), R�pido (progresivamente acelerado), Incierto (por la cantidad de variables interdependientes que intervienen), y que tiene una clara componente de origen humano tal como fue afirmado en cumbre de la tierra de 1992: �� Las actividades humanas han ido aumentado las concentraciones de gases de efecto invernadero�.. implicar� un calentamiento adicional de la superficie y la atm�sfera y puede afectar adversamente a los ecosistemas naturales y a la humanidad�� unos cambios que afectaran seriamente al raza humana ya que sus periodos de adaptaci�n son muy largos requiriendo varias generaciones.

El cambio clim�tico, originado por el efecto invernadero, tiene sus causas, o al menos algunas de ellas, en el modelo de desarrollo y crecimiento econ�mico basado en el hiperconsumo energ�tico obtenido de la combusti�n de las dep�sitos f�siles, el incremento del numero de habitantes que exige la sobreexplotaci�n del planeta, y la producci�n de productos de un s�lo uso sin considerar que la mayor�a de ellos se producen con materiales no biodegradables y que en algunos casos, si lo hacen, se reconfiguran en mol�culas nocivas que se incorporan a la cadena tr�fica alterando sustancialmente el medio ambiente. Un conjunto de hechos que deber�an ser comprendidos, por parte de la totalidad de los ciudadanos, ya que solo con el concurso consciente y comprometido de la sociedad, las organizaciones y las Administraciones, puede afrontarse ese importante problema que condiciona el desarrollo humano y la consolidaci�n de la econom�a de conocimiento que deber�a conducirnos a un mayor y sostenible desarrollo.

Para poder actuar de acuerdo a las nuevas realidades derivadas del cambio clim�tico se deben conocer las causas ya que s�lo desde ellas se podr� mitigar los desbastadores efectos que se predicen sobre la especia humano (que no es sobre el plantea Tierra). La ra�z del mismo est� en la alteraci�n de la composici�n de la atm�sfera y el incremento en la misma de los gases: Di�xido de Carbono , Metano, Oxido Nitroso, Clorofluocarburos, el vapor de Agua y Ozono, gases que responsables del efecto invernadero. Los 4 primeros asumen un 97% la responsabilidad del efecto invernadero

El Di�xido de Carbono tiene la responsabilidad del 60% del efecto invernadero. Su concentraci�n ha ido creciendo constantemente de forma acelerada en los �ltimos 40 a�os superando en la actualidad las 360 partes por mill�n. Las causas est�n en la obtenci�n de energ�a a partir de la materia org�nica mediante el proceso de combusti�n para obtener energ�a. El Metano tiene la responsabilidad del 16% del efecto invernadero, su concentraci�n tambi�n ha ido creciendo de forma sostenida alcanzando las 1,7 partes por mill�n. Se origina en la ganader�a intensiva (la caba�a bovina del planeta supera los 1.300 millones de reses) que genera unas 100 millones de toneladas anuales de metano, en zonas pantanosas y arrozales, y de las fugas en oleoductos. El Oxido Nitroso a pesar de su baja concentraci�n contribuye en un 4% al efecto invernadero, se origina por el incremento de la agricultura intensiva, y la sobreexplotaci�n del suelo que requiere un significativo uso de fertilizantes. En cuanto a los Cloroflurocarburos, CFC con una responsabilidad que lleg� al 17% si bien esta en proceso, es el cuarto gas clave en el proceso que se produce en su uso al ser utilizado en los sistemas de refrigeraci�n y como impulsor en los spray y en extintores.

En s�ntesis la generaci�n de energ�a, la movilidad, la ganader�a, la agricultura intensiva, los sistemas de refrigeraci�n, �tiles a presi�n del hogar� etc., elementos sobre los que se ha construido una parte importante de nuestro modelo social son fuentes permanentes de emisiones que potencian el efecto invernadero de nuestro planeta tierra, por este motivo su soluci�n es extremadamente compleja. A pesar que desde hace siglos se conoce el problema del efecto invernadero, es recomendable la lectura del documento del matem�tico Joseph Fourier, �Notas generales sobre la temperatura del globo terrestre y de los espacios planetarios�, y que fuese el premio N�bel que identificar� la influencia del oxido carb�nico del aire sobre la temperatura del aire, aunque lo calificara como efecto positivo para prevenir la pr�xima glaciaci�n.

Nuestro estilo de vida, y el consumo energ�tico que sigue bas�ndose en la producci�n de energ�a sucia y altamente contaminante, nos conduce a un cambio clim�tico que parece inevitable a medio plazo y que presenta escenarios con incrementos de temperaturas entre 1.1 y 6.4 grados cent�grados a lo largo del siglo XXI, circunstancia que ocasiona importantes desajustes: m�s incendios, disminuci�n de los recursos h�dricos, trastornos fisiol�gicos, subida del nivel del mar, exige entender que las actuaciones que se efect�en tendr�n efectos positivos a muy largo plazo, consecuentemente los efectos negativos sobre las personas, de cumplirse los modelos actuales, ser�n notorios y afectaran de forma significativa a su salud, y al modelo de desarrollo. Cabria p�es actuar en dos l�neas.

La primera a largo plazo deber�a enfocarse a disminuir los gases causantes del efecto invernadero, como un esfuerzo para garantizar la vida de las pr�ximas generaciones, actuando en una triple direcci�n: Asistir y potenciar los efectos de la autorregulaci�n del planeta; Variar el modelo productivo y de desarrollo; y configurar un modelo de comportamiento humano m�s sostenible y ajustado a las capacidades del planeta, un contexto que implica la decidida actuaci�n de cient�ficos, economistas, pedagogos y tecn�logos es crucial. La l�nea de actuaci�n hace referencia en dotar a los humanos de productos, herramientas y sistemas que permitan complementar la falta de adaptabilidad a los nuevos modelos clim�ticos. En esa l�nea, que debe tratarse como un elemento de supervivencia, deber�a actuarse en la disminuci�n recursos requeridos ajustando estilo de vida y comportamientos de interrelaci�n; dise�ar nuevos productos personales o de entorno; y efectuar esfuerzo notorio sobre las edificaciones existentes y las nuevas.

Los nuevos desaf�os que ponen a la humanidad frente su mayor reto exige de productos concebidos con criterios de durabilidad, eficacia y de bajo o nulo impacto ambiental, el uso de materiales biodegradables, el reciclable y su reutilizaci�n, la disminuci�n del consumo energ�tico y aprovechamiento de la energ�a solar a nivel producto aut�nomo, el replanteamiento de los electos constructivos y funcionales, el aprovechamiento de la energ�a solar y e�lica, as� como el reciclaje del agua en las edificaciones, y avanzar en la eliminaci�n de la movilidad innecesaria potenciando el teletrabajo.

Sin duda unos desaf�os enormes, pero abordables en la actualidad mediante la aplicaci�n intensiva y coordinada del conocimiento, ese elemento clave para el desarrollo de la sociedad, y muy especialmente de creativos, tecn�logos y cient�ficos, como terna clave de progreso sostenible, con la finalidad de permitir que sin los cambios adaptativos de la especie que se producen a largo, la vida humana siga siendo posible, y se reconduzca la situaci�n como una exigencia obligada para las pr�ximas generaciones.

Antoni Garrell Guiu

14 de mayo de 2007.

En documentaci�n relacionada, se adunta documento con la informaci�n ampliada y que fu� publicada en la Intranet de la Universidad UNIACC de Santiago de Chile